
Escuela Musical Armonía
Ama la música, disfruta la música, ¡comparte la música!
Maderas y su importancia en la música
¿Sabías que el material del que está hecho un instrumento musical influye en el sonido que emiten? Aunque, no hay estudios científicos que lo corroboren, lo cierto es que en función del instrumento y el sonido que queremos emitir, elegiremos un tipo de madera u otro. De hecho, existe un término específico, el tonewood, para definir las variedades de madera que tienen buenas características tonales en los instrumentos de viento y cuerda. La elección de la madera influirá directamente en el sonido (limpieza, claridad y sequedad), el equilibro y la calidez y en el rango de posibilidades de afinación.
¿Qué maderas son las más habituales para fabricar instrumentos musicales?
El ébano
El ébano es la madera más oscura que se conoce ahora mismo en el mundo. Más allá de las curiosidades, esta madera está destinada a la fabricación de instrumentos musicales como el oboe y el clarinete o, partes como las teclas de un piano.
El ébano es utilizado en la fabricación de instrumentos gracias a sus características propiedades: es resistente al ataque de hongos e insectos, y permite gran moldeabilidad gracias a su estabilidad y flexibilidad.
El arce
El arce es la madera blanda que más se usa en la fabricación de instrumentos musicales. Principalmente se emplea en instrumentos de cuerda gracias a sus cualidades sonoras. La madera de arce permite generar sonidos brillantes y llenos de tonos transparentes medios-altos.
Por otra parte, su característica resistencia y durabilidad permiten asegurar una larga vida a los instrumentos musicales en los que se utiliza. Además, es ideal para los mástiles de las guitarras.
El fresno
El fresno es una de las madera más polivalentes. Entre sus características destacan su flexibilidad, su resistencia y tolerancia al impacto o rotura. Es una opción ideal en piezas curvas de madera. En instrumentos musicales destaca por la definición y profundidad que otorga al sonido.
El palosanto
El palosanto es una madera más desconocida. Esta madera se caracteriza por ser muy densa, aceitosa y olorosa. También es resistente a la humedad y al ataque de insectos y hongos. Los instrumentos musicales fabricados con este material tienen fama de ser excelentes en sonido y calidad.
El cocobolo
Esta exótica madera se caracteriza por su gran resistencia y belleza, gracias a sus particulares colores. Podemos encontrar esta madera en colores como el amarillo, marrón, rojo e, incluso, violeta. También destaca por su calidad sonora y su dureza y resistencia a la humedad y al desgaste, lo que lo hace una madera ideal para instrumentos musicales. La podemos encontrar, por ejemplo, en la fabricación de clarinetes, guitarras o bajos.
El granadillo
Esta madera africana es considerada una de las maderas más duras del mundo, resistente a la putrefacción y al ataque de los insectos. Suele confundirse con el ébano por su característico color negro, aunque es más dura y densa.
Su resistencia a la humedad y, por tanto, a la saliva, la convierte en una opción favorita para los instrumentos musicales de viento. El granadillo se usa para fabricar clarinetes, flautas, flautines, oboes o guitarras.
Caoba
La caoba es una madera rojiza proveniente de tres árboles del género Swietenia, originarios de América y es la preferida de los lutieres debido al tono que confiere a los instrumentos musicales. Es usada tanto en la confección de guitarras acústicas como en el cuerpo de guitarras eléctricas.
Su tono es profundo a la par que seco y otorga una sonoridad “redonda” y muy orgánica en guitarras y bajos.
Música y emociones
Estudios neurocientíficos demuestran que la música tiene la capacidad de cambiar estados de ánimo activando cada una de las estructuras emocionales del cerebro. Se han llevado acabo experimentos en los que se ha modulado la actividad en prácticamente cualquier estructura emocional del cerebro gracias a las emociones estimuladas por la música. La música es capaz de despertar el núcleo de las estructuras cerebrales creadoras de nuestro universo emocional.
Al escuchar música se activan las áreas del cerebro que se encargan de la imitación y de la empatía. Son las zonas donde están las neuronas espejo que actúan reflejando las acciones e intenciones de los otros como si fueran propias. De esta forma podemos sentir el dolor de los otros, su alegría, su tristeza, … Quizás por esto la música es capaz de alterar nuestras emociones y crear lazos sociales; porque nos permite compartir sentimientos.
Si quieres profundizar en este tema, puedes ver el capítulo de Redes en el que Eduard Punset entrevista a Stefan Koelsch, neurocientífico y profesor de psicología de la música de la Freie Universität Berlin.
Beneficios de la música
La música tiene muchísimos beneficios. Además de expresar nuestros sentimientos más profundos, tocar un instrumento o cantar a todo pulmón, trae muy buen retorno de inversión a nuestras vidas. De lo que creemos y sabemos, es aún mejor para nuestra salud mental, espiritual y física. Según varios estudios realizados por la Universidad de Philadelfia en EEUU, algunos beneficios podrían ser:
Mejoras en la Memoria
Varios estudios científicos han demostrado ya que tanto escuchar música como tocarla son prácticas que estimulan al cerebro y mejoran la memoria. Asimismo, la ciencia también ha comprobado que tocar un instrumento musical puede incrementar el coeficiente intelectual, ¡hasta en 7 puntos!
Disciplina general
Todos los que han aprendido alguna vez a tocar algún instrumento saben que la disciplina es uno de los pilares del éxito. Esto significa que, para crear sonido, es fundamental practicar todos los días. Esto hace que tocar un instrumento sea uno de los hábitos más recomendados para cultivar la disciplina y la capacidad de organizarse.
Menor estrés ante los problemas
La música es uno de los mejores remedios contra el estrés –esto lo han dejado en claro ya varias investigaciones–. Así, ayuda a disminuir los niveles de cortisol, también conocida como la “hormona del estrés” y de un modo mucho más saludable que otras alternativas, como la alimentación excesiva, la ingesta de alcohol o el abuso de la televisión.
Se desarrolla la responsabilidad
Como ya mencionamos, todo instrumento musical demanda disciplina y mucha perseverancia. En otras palabras, tocar un instrumento exige tiempo, esfuerzo y mucha constancia. Y si quieres avanzar en su estudio y destreza tienes que ser responsable por el tiempo que le dedicas. Además si quieres trabajar como músico debes ser constante en tu evolución, así te llamarán para los mejores trabajos de interpretación o grabación.
Mejorará tu coordinación fina y gruesa
Tocar un instrumento musical mejora la coordinación fina, pero también la gruesa. Leer partituras constituye un esfuerzo enorme, tomando en cuenta la cantidad de notas que has de leer por minuto, interpretarlas con tu instrumento (motricidad fina en caso de la mayoría de instrumentos) y tu cerebro simplemente responderá mejor a los impúlsos luego exigidos para otras tareas que requieren habilidades de coordinación gruesa. Muchos bateristas y percusionistas, que dependen de su motricidad gruesa, también ven mejoras en su habilidad motora fina a lo largo del tiempo, algunos médicos, por ejemplo, que también son músicos, tienen una longevidad demostrable en sus habilidades motoras finas, con las cuales deben salvar vidas.
Desarrollo de habilidades sociales
También una gran ventaja del músico, es que sabrá siempre acoplarse al entorno social y logrará una mejor comunicación con sus compañeros porque simplemente su performance depende de ello. Vivimos en un mundo donde cada vez son más las horas que pasamos frente a un computador o un teléfono móvil, pero pocas horas compartiendo en familia y con amigos tiempo de calidad. El músico sabrá como armonizar y encajar mejor en un círculo social, porque reconoce el valor y la importancia del trabajo en equipo.
Además aprender música desde niños nos da ventajas notorias en habilidades numéricas, habilidades espaciales, geométricas, facilidad de resolver problemas, creatividad aumentada, imaginación abstracta, mejoras en habilidades de apreciación artística.